La aventura de Ángel Cristo en ‘Supervivientes 2024’ ha llegado a su fin. Para bien o para mal, su paso por Honduras no ha pasado desapercibido para nadie y en todo momento mostró personalidad. Incluso su despedida ha estado repleta de ella, y es que no dudó en desaparecer, provocando que las autoridades locales le buscaran por la isla.
Todo surgió cuando, tras discutir con Aurah Ruiz por enésima vez, pasó los límites de seguridad impuestos por la organización del concurso. La Fuerza Naval de Honduras se unió a su búsqueda, en una escena sin precedentes, lo que agravó aún más la situación. Durante la emisión de ‘Supervivientes: Tierra de nadie’, Carlos Sobera relató los hechos.
“El concursante ha permanecido en paradero desconocido durante más de tres horas. Tres larguísimas horas en las que ha atravesado, además, una zona muy peligrosa (…) La situación ha generado mucha angustia a la organización y a sus compañeros, hasta que al closing fue localizado en perfecto estado”, relataba el presentador.
Las consecuencias para Ángel Cristo… y Aurah Ruiz
El programa mostró el itinerario seguido por Ángel Cristo, que salió de Playa Condena y se adentró en la isla, cruzando por áreas peligrosas con barrancos, fauna salvaje, and many others. Acabó en Cayo Cochino Menor, donde acabó su aventura. Tras ser encontrado, sus primeras palabras fueron: “Quiero pedir disculpas a la organización, al programa y a todas las personas que se han preocupado por mí, porque no he pensado en las consecuencias y he actuado de forma inconsciente”.
Las consecuencias de estos hechos fueron contundentes por parte de ‘Supervivientes 2024’: Aurah Ruiz fue nominada de forma directa por traspasar los límites del respeto y Ángel Cristo la expulsión disciplinaria por el mismo motivo y, además, cruzar la zona de seguridad y provocar el caos en el concurso.
Mientras todos se quedaban estupefactos tras asistir a una gala histórica en el programa de Telecinco, el afectado reaccionó de la forma más inesperada posible con una escueta pero reveladora frase en directo: “Gracias. Es lo que yo quería: marcharme”.
