El Actual Madrid estaba muerto, pero Vini lo resucitó. El equipo perdía 0-2 al descanso y salió en la segunda parte con el objetivo de remontar. Mejoró en la presión, en el acierto del pase y, sobre todo, en las prestaciones del MVP del partido, Vinicius, que marcó un hat-trick.
Vini celebra el 4-2.
Pero si hubo un gol que demostró la superioridad física y futbolística del brasileño fue el 4-2 (su segundo tanto). El brasileño se hizo con el balón en campo propio en el minuto 85:25, a 80 metros de la portería rival. Echó a correr y dejó atrás a Can, que acababa de entrar, con una facilidad pasmosa. Dio nueve toques y al décimo disparó para anotar. Un dash donde nadie podía pararlo y en el que completó casi 70 metros en 10″ para sentenciar el partido.
