Llevaba todo el Giro esperando a poder disputar la etapa reina de esta ‘Corsa Rosa’. Todos confiaban en que el gran lder, Tadej Pogacar, hiciera una de sus exhibiciones ataviado de rosa. Aguardaba un trazado endemoniado hasta para los ms fuertes: 222 kilmetros, 5.400 metros de desnivel y cinco puertos exigentes incluidos el famoso Mortirolo (12,6km al 7,6%), aunque asomando por su vertiente menos diablica.
Muy pronto se kind una fuga plagada de grandes nombres donde haba gente de nivel como Storer, que roz virtualmente el podio durante muchos kilmetros, y otros ciclistas de altura como los espaoles Juanpe Lpez y Pelayo Snchez adems Alaphilippe, Nairo, Narvez o Valter (entre otros).
El grupo cabecero superaba las 50 unidades y se fue rompiendo segn avanzaban los kilmetros. Por detrs, UAE hizo un amago de endurecer antes de llegar a las rampas del Mortirolo, pero el paso por el famoso puerto no dej grandes alicientes. De hecho, los fugados comenzaron a soar con la victoria si no ocurra nada ms detrs.
Un last slo para supervivientes
Quedaban por delante el Passo di Foscagno (15km al 6,4%) y el Mottolino (4,7km al 7,7%). Es cierto que emerga algo de humo en el Mortirolo por la ‘fumada’ del grupo de los favoritos pero, a su vez, ese mismo grupito estaba reducido a tan slo 25 hombres. Y el cielo comenz a oscurecerse.
Se rompe la fuga
A falta de 25 kilmetros para el last, por delante se empez a romper la fuga. Attila Valter, Cerni, Steinhauser y Piganzoli se fueron por delante. Juanpe cedi y Storer, el mejor clasificado de la basic, se fue para adelante. Nairo Quintana, veterano de guerra, se agarr sin dar un relevo. El colombiano ya avis en la previa que confiaba estar para el tramo last. Y se fue en bsqueda primero de Steinhauser y luego del triunfo de etapa.
El del Movistar sabe como nadie recanear relevos y viajar en una fuga de 100 kilmetros sin gastar ni un gramo de ms. Sin que le d el viento ni un segundo ms de lo necesario. Las opciones pasaban por cazar al hombre del EF y confiar en que Pogacar, loco por la msica, no saltara por detrs.
Pero Pogacar lo hizo. El Canbal de nuestro tiempo salt cuando restaban 15 km. Slo le quedaba Majka como ayudante y decidi activar la ‘moto’ para irse en solitario. Tena a Quintana a 3′, pero con Tadej desatado cualquier deseo del resto se desvanece. Le sobrepas a falta de 2 km. De ah al last fueron minutos de gloria televisiva. Un tiempo para saborear cada pedalada del que puede convertirse en el mejor ciclista de siempre. Corre para la historia, para agrandar su leyenda. Y en Livigno escribi uno de sus episodios ms gloriosos.