Robert Whittaker (27-7) lo ha vuelto a hacer. El peleador australiano, uno de los mejores peso medio de la historia de la UFC, ha dado otra muestra más de que no le teme a nadie. ‘The Reaper’ tenía pactado para el pasado 22 de junio un combate contra Khamzat Chimaev (13-0). Sin embargo, el checheno cayó enfermo y su combate se canceló, por lo que acabó peleando contra otro prospecto como Ikram Aliskerov, el cuál solo tenía una derrota en su récord -contra el propio Chimaev-. A Whittaker le dieron la noticia a falta de una semana para la pelea, pero le dio igual.
‘Rob’ noqueó a Aliskerov en menos de dos minutos, para luego mandar un mensaje a la división. “Me enfrentaré contra quien sea, donde sea y como sea. Soy el “boogeyman” de esta división”, sentenció. Dicho y hecho. Tras cumplir en el octágono y tener la sartén por el mango, el australiano no rehuyó de Chimaev, y le propuso volver a hacer el combate cuando estuviese listo. Ese choque de estilos se dará este sábado 26 de octubre en Abu Dhabi, en el evento coestelar del UFC 308.
Me enfrentaré contra quien sea, donde sea y como sea
En lo que será uno de los retos más difíciles de su carrera, el motivo por el que ‘The Reaper’ ha pedido al checheno es su intención de recuperar el cinturón que ya tuvo entre 2017 y 2018. A sus 33 años, se ha visto inmerso en batallas históricas en la división de peso medio contra los mejores de la historia. Mientras tanto, Chimaev nunca se ha enfrentado a un peso medio rankeado, por lo que el verdadero reto lo tiene él.
Whittaker noqueando Aliskerov en su último combate.
Un historial casi inmaculado
A pesar de no partir como favorito, la lista de víctimas del australiano cube todo lo contrario. Desde que subió a peso medio en 2014 ha perdido únicamente contra Adesanya y Du Plessis. Whittaker debutó en la compañía en peso wélter, donde tuvo un inicio dubitativo con tres victorias y dos derrotas. En ese momento decidió dar el salto a peso medio, donde tras seis victorias consecutivas consiguió su oportunidad por el título ante Yoel Romero, al cual venció por decisión para hacerse con el cinturón.
Luego ese cinturón lo perdería por KO ante Israel Adesanya, pero tras su victoria ante Aliskerov suma 14 victorias y 3 derrotas en la década que lleva compitiendo en este peso. Por sus puños han pasado rivales de la talla de Paulo Costa, Jacaré Souza, Yoel Romero o Jared Cannonier, corriendo todos la misma suerte.
El título, su siguiente objetivo
De hecho, la mayoría de expertos hablan de que sinAdesanya, Whittaker habría marcado una época en la compañía, más aún si cabe. A Robert le ha pasado lo mismo que a Covington con Usman, o que a Holloway con Volkanovski. Sin embargo, sus registros demuestran que su talento es inmenso, y en caso de vencer este sábado tendrá a tiro una oportunidad para recuperar la corona de la división.
Fui yo quien pidió la pelea, no me la ofrecieron
Para sorpresa de muchos, la realidad es que ha sido el australiano el que le ha pedido a la UFC volver a pelear contra Chimaev. “La UFC quiere que Chimaev tenga una oportunidad por el título. Le quieren en lo alto, y a mí me encanta romper sus planes”, declaró Rob hace unos meses. El australiano fue más allá, declarando que “fui yo quien pidió la pelea, no me la ofrecieron”. Sin duda, Whittaker sería otro claro candidato a pelear por el título BMF, porque se pega contra quien sea, ganándose pase lo que pase el standing de ‘leyenda’ de la compañía.