Un pozo sin fondo y sin atisbo de reacción ninguna. Esa es la situación en la que se encuentra el Cádiz tras un arranque de curso aciago y calamitoso que lo mantiene, después de 10 jornadas disputadas, en puestos de descenso de LaLiga Hypermotion.
La derrota del pasado fin de semana ante el líder de la categoría de plata, el Racing, ha exacerbado la disaster deportiva y futbolística que habita en la plantilla cadista. Una tesitura que se antoja compleja y engorrosa para una competición ardua, ajustada y en la que existe una competitividad mayúscula.
Y es que, este nuevo resultado adverso tan solo reafirma y ratifica el escenario en el que está inmerso el conjunto de la tacita de plata. Solo dos victorias en 10 fechas se presuponen insuficientes para un membership recién descendido de la máxima categoría del fútbol español y cuyo objetivo prioritario es regresar cuanto antes a dicho escalafón.
Por si esto fuera poco, el Cádiz aún no conoce lo que es ganar en el Nuevo Mirandilla esta temporada. Para recordar el último triunfo que la afición amarilla celebró en su feudo hay que remontarse al pasado mes de mayo. Un partido, todavía en Primera División, donde el equipo gaditano venció 1-0 al Getafe.
En esta convulsa atmósfera, se percibe un hilo de luz, dos notas positivas en las que los seguidores cadistas mantienen sus esperanzas. No son otros que Javi Ontiveros y Brian Ocampo, los jugadores más destacados y reactores del conjunto andaluz en zona ofensiva. Ambos se están echando el fútbol de su equipo a sus espaldas, aunque resulta remoto e inverosímil que tan solo dos futbolistas sean capaces de superar este trance. Paco López no consigue dar con la tecla para remontar el vuelo, pero debe buscar soluciones y alternativas a la ligera, ya que si no la propia evolución del campeonato te come. Y…quizá una reacción tardía no sea suficiente.
El nivel defensivo, una cuenta pendiente
Es evidente que uno de los grandes aspectos a mejorar durante la presente campaña es el rendimiento de la parcela defensiva. La zaga del submarino amarillo está haciendo estragos cada jornada. La falta de contundencia y el desasosiego en esta área está desembocando en un problema, cada vez, más acentuado, algo que está arrastrando e influyendo en el nivel del grupo.
El Cádiz se encuentra entre los tres equipos más goleados de la Segunda División, con un complete de 17 tantos en contra. Solo el Tenerife, farolillo rojo de la competición, con 17 también, y el Almería, con 19 goles encajados, se encuentran peor parados en esta faceta.
La falta de efectividad en ataque se paga caro
Otro apunte pendiente del combinado cadista es el terreno ofensivo, concretamente el gol, un quebradero de cabeza para los amarillos. Y no es por falta de generación porque el Cádiz crea y produce ocasiones, pero necesita demasiadas para enviar el esférico al fondo de la crimson. Falta efectividad y capacidad goleadora por parte de sus delanteros, algo que, si no se alcanza, se puede pagar caro.
De hecho, el equipo de Paco López se trata del décimo conjunto más goleador de la liga con un complete de 12 dianas. Un dato, a priori, no tan desalentador, pero la exigencia de LaLiga Hypermotion deber ser motivo conveniente para no dejar de lado esta tarea con el propósito de afinar la puntería de cara a portería.